miércoles, 16 de enero de 2008

Ella

Débil como una rosa
que necesita mostrar sus espinas
ella camina con displicencia
mirando atentamente a su alrededor

Lo suyo debe ser suyo
tiene más de lo que cree
menos de lo que merece
y eso la ha endurecido

Rígida en unos flancos
flameante en el resto
se desliza entre la gente,
que repara en ella

A veces transparente
exhibe lo justo
sin excesos ni regateos,
como la vida le enseñó

Los machucones aún se notan
de vez en vez resaltan
y ella desea golpearse.
Le produce cierto placer

Más frágil de lo que parece
ya tambalea poco.
Un oasis que no quiere ser espejismo
calma la sed voraz de su desierto