Débil como una rosa
que necesita mostrar sus espinas
ella camina con displicencia
mirando atentamente a su alrededor
Lo suyo debe ser suyo
tiene más de lo que cree
menos de lo que merece
y eso la ha endurecido
Rígida en unos flancos
flameante en el resto
se desliza entre la gente,
que repara en ella
A veces transparente
exhibe lo justo
sin excesos ni regateos,
como la vida le enseñó
Los machucones aún se notan
de vez en vez resaltan
y ella desea golpearse.
Le produce cierto placer
Más frágil de lo que parece
ya tambalea poco.
Un oasis que no quiere ser espejismo
calma la sed voraz de su desierto
miércoles, 16 de enero de 2008
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1 comentario:
lindo!
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